Si estás leyendo este artículo significa que no te da todo igual, que te sigue importando lo que ocurre a tu alrededor. Es posible que seas de los que piensas que las soluciones a los problemas colectivos deben buscarse colectivamente.
Posiblemente hayas tenido la sensación de ser un bicho raro que nada contracorriente, quizás hayas sentido vértigo por creerte solo. Puede que continúes afiliado al sindicato de siempre porque no hay otra cosa y todos son iguales, que nunca viene mal tener un seguro.
Además, ¿quiénes son estos de Solidaridad? ¿Por qué aceptar que son distintos a los otros? Claro, como son pocos, pero en cuanto crezcan harán lo mismo que los demás. Todos dicen lo mismo y al final…
Deja que te expliquemos. Algunos de nosotros estuvimos ayudando en la creación de los sindicatos, cuando estaban prohibidos, antes, mucho antes que se incorporaran los que hoy los dirigen con tanto desafuero. Otros estuvimos despedidos por hacer huelgas cuando eran ilegales, o hicimos huelgas para que readmitieran a despedidos. Los más tenemos muchos años de sindicalismo y de sacrificios personales. Algunos acabamos de empezar a trabajar en el Banco, pero ya nos damos cuenta de qué va el rollo.
La mayoría hemos pasado por otros sindicatos, hemos luchado desde dentro por cambiarlos y hemos terminado por irnos aburridos. En algunos casos nos han ofrecido prebendas para que callásemos, han tratado de intimidarnos o de aislarnos.
Pero aquí seguimos construyendo un sindicato que tenga independencia económica. Ningún sindicato puede aspirar a defender a los trabajadores si carece de independencia económica. Preguntaros con qué energía pueden presentar reivindicación alguna a unas empresas o a gobiernos que les financian mediante créditos y donativos a fondo perdido. Las revistas de papel satinado son muy bonitas, pero también son caras. Pregúntate de dónde sale el dinero para hacerlas.
¿Por qué Solidaridad?
La función primaria del sindicalismo es cultivar un ambiente fraternal para tratar de mitigar la competencia entre trabajadores. Cuando se consigue esto está preparado el terreno para luchar colectivamente por mejoras generales o para oponernos al empeoramiento de las condiciones actuales.
Por esto afirmamos que no es otro sindicato lo que necesitamos, lo que necesitamos es otro sindicalismo que organice y extienda unas relaciones laborales solidarias. Año tras año se demuestra que es imposible organizar ese ambiente en los sindicatos cuya línea es la de firmar convenios y pactos sociales, con los que no sólo se empeoran las condiciones de trabajo sino que mediante cláusulas de productividad como la Retribución Variable se agudiza el enfrentamiento entre compañeros.
Al tiempo que trabajamos en el quehacer cotidiano y tratamos de solucionar los pequeños o grandes problemas de cualquier compañero que nos reclama, pretendemos propagar la necesidad de la solidaridad, de la acción colectiva, en el constante choque con los intereses de las empresas.
Pero para que la solidaridad llegue a tomar cuerpo en un movimiento organizado es indispensable el cultivo del compañerismo entre los trabajadores. Si no cultivamos con tenacidad y con paciencia el compañerismo, las empresas se nos imponen, nos azuzan a unos contra otros, nos dividen sembrando rencillas, nos enfrentan y nos mantienen en la desunión.
Estamos trabajando para que solidaridad no sea una palabra hueca, y tú puedes echarnos una mano. Apóyanos.
Apúntate a la solidaridad.